jueves, 23 de junio de 2011

ROBA TÚ, QUÉ PAGO YO


A veces tengo la impresión que donde hay mucho dinero no hay corazón, si no una máquina registradora.
Y me pregunto: ¿se puede construir un mundo más humano?

Yo seré una soñadora, una utópica, quizás me mueva más el corazón que la cabeza a la hora de hablar, quizás lo que pido es algo imposible en un mundo tan materialista como el nuestro, que el motor que lo hace girar es el dinero.
Quizás deberíamos cambiar este motor pero, ¿cómo hacerlo? La empatía nos hace mejores personas, pues nos coloca en el lugar del otro haciéndonos ver su sufrimiento, comprendiéndolo, y hace que nos solidaricemos con esa persona. Pero claro, no todo el mundo conoce o siente esa empatía. Generalmente la gente solidaría es la que menos dinero tiene.

Hay un mendigo en la calle pidiendo para comer, a su lado pasa un parado y aunque sólo tenga 3 euros en ese momento en el bolsillo, es casi seguro que le dará 1. Después pasa alguien mejor situado económicamente en su cartera lleva 300 euros, ¿cuánto le tendría que dar el rico apelando a la empatía? ¿10, 30 euros? No, el rico pasa a su lado sin dirigir siquiera la vista al mendigo que levanta la mano pidiendo para comer, apelando a su solidaridad.

La empatía, el ponerse en el lugar de otro, va por clases. Sólo empatizamos con lo que de alguna u otra manera alguna vez hemos vivido o sentido o podemos poder llegar a sentir o vivir. Es decir, el trabajador sabe de sobra de los giros de la vida, podría quedarse sin trabajo a consecuencia de eso no poder pagar la casa y terminar sin nada como ese mendigo. El rico sin embargo, y más el que viene de cuna, no se le pasa ni por la cabeza que algún día el podría ser ese mendigo, además: "él que culpa tiene de ser rico". Empatiza más con su vecino, aquel pobre que perdió unos cuantos millones en una mala inversión, o me "cachis" la multa millonaria que tuvo que pagar por evadir impuestos, en fin.

No podemos apelar a la empatía para cambiar el mundo y volverlo más solidario, pues la empatía va por clases.

Quizás entonces debamos apelar al sentido común a la hora de elegir a los que nos gobiernan. Hasta ahora nos han utilizado, manipulado y explotado. La crisis la crean los "grandes" y la pagamos los "pequeños". El gobierno despilfarra el dinero público muchas veces en cosas inútiles dejando de lado las cosas verdaderamente importantes para la sociedad. Ellos no controlan el gasto público y nosotros como siempre somos los que tenemos que soportar las medidas de austeridad.

¿Y se sorprenden algunos de que nos indignemos? También nos culpan diciendo: "es que han querido vivir como ricos siendo pobres"
No perdona, lo que no queremos es ser más pobres para que vosotros seáis más ricos.
Lo dicho sólo nos queda apelar a la unión de los machacados y al sentido común.
Pongo este vídeo pues me gusto mucho



2 comentarios:

  1. Se trata de lo mismo de siempre: socializar las pérdidas y capitalizar los beneficios. Es indignante lo que está pasando y lo malo es que está tan mal la cosa que los que pensamos que se pueden hacer las cosas de otro modo a veces nos tachamos de soñadores o de utópicos. Qué mundo tan triste tendríamos si no hubieran soñadores ni personas que creemos en la utopía. En que otro mundo es posible.
    Me queda la esperanza de pensar en que quedan unos meses para las próximas elecciones y quizás seremos capaces de hacer que cambien algunas o muchas cosas.
    Por una vez, leo un post en el que comparto todas las reflexiones.
    Un abrazo.

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  2. hola M. La verdad es que sí, pienso que otro mundo es posible y menos mal que hay muchos soñadores que piensan igual. Yo creo y tengo la esperanza de que las cosas van a cambiar. Afortunadamente la gente está despertando y está viendo lo que hay a su alrededor y está empezando a luchar por sus derechos. Saludos

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